PUBLICACIÓN 10
Todo es posible si tú
quieres…
¿Cómo vencer el
miedo a hablar en público?
Hablar en público para
muchos es algo más que una situación estresante, es una fobia muy común que
puede provocar una experiencia paralizante. Conocer el tema, visualizar el
éxito o practicar con antelación, son algunos de los consejos de la Clínica
Mayo para ayudar a superar esta situación. Las personas con una mayor
afectación que padecen ansiedad en otras situaciones sociales podrían sufrir
fobia social
¿Quién no se ha puesto nervioso cuando le ha tocado hablar ante una clase, un tribunal, en una entrevista de trabajo o al ir a dar un discurso? Para algunos esa situación se convierte en algo más que un momento estresante.
¿Quién no se ha puesto nervioso cuando le ha tocado hablar ante una clase, un tribunal, en una entrevista de trabajo o al ir a dar un discurso? Para algunos esa situación se convierte en algo más que un momento estresante.
A continuación se expondrán
una seria de consejos que te ayudaran a vencer el miedo a hablar en público:
Conoce tu tema:
Cuanto mejor conozcas aquello de lo que vas a hablar y cuanto más te preocupes
por estos aspectos, menos probable será que te equivoques o pierdas el hilo en
la exposición. Si te pierdes, si sabes de lo que estás hablando seguro que
podrás retomar el discurso. Tómate algún tiempo para tener en cuenta que
podrían preguntarte aquellos que te escuchan y prepara las respuestas.
Organízate:
Con tiempo, planifica con cuidado la información que quieres presentar,
incluyendo ayudas visuales o auditivas. Cuanto más organizado estés, menos
nervioso te podrás. Utiliza un esquema en una pequeña tarjeta para mantener el
orden de tu exposición. Si es posible, acude por anticipado al lugar en el que
hablarás y revisa los sistemas de audio y vídeo disponibles antes de la
presentación.
Práctica una y otra vez: Practica tu presentación completa varias veces.
Hazlo para unos amigos con los que te sientas cómodo y pídeles que te den su
opinión. También puedes grabarte con una vídeo-cámara y ver cómo puedes
mejorar. Visualiza tu éxito: imagina que tu presentación irá bien. Los
pensamientos positivos pueden disminuir parte de tu visión negativa sobre tu
actuación social y liberar algo de ansiedad. Prueba con la respiración
profunda: ayuda a aportar calma a la situación. Toma una o dos respiraciones lentas
y profundas antes de situarte en el lugar de exposición y durante el discurso.
Céntrate en tu material y no en la audiencia: Las personas suelen prestar atención a la
información nueva y no a cómo se presenta. Tu público puede no notar tu
nerviosismo pero si lo hace puede incluso simpatizar contigo y ayudarte a que
tu presentación sea un éxito.
No temas la existencia de silencios: Si pierdes el hilo de lo que estás contando o
comienzas a sentirte nervioso y te quedas en blanco, te puede dar la sensación
de que ha pasado una eternidad. Pero en realidad, es probable que hayan sido
unos pocos segundos. Podrías aprovechar estos breves instantes para realizar
unas pocas respiraciones profundas.
Reconoce tu éxito: Después de tu discurso o presentación, felicítate
porque aunque no te haya salido a la perfección seguro que eres más crítico
contigo mismo que aquellos que te han escuchado. Todo el mundo se equivoca
durante los discursos o presentaciones. Los errores pueden además
proporcionarte pistas sobre cuáles son tus puntos a mejorar.
Recuerda todo es posible si tú quieres...